viernes, 17 de agosto de 2012

Ruido.



Son los pasos que te corretean
las antorchas amarillas
que cambian cuando
partes a otro océano
mientras todos se despiden
de tus errores
pues de nada servirá
recordarlos
si nunca volverás
a tocar sus manos
en los días
de diciembre
o en la época que octubre
amanece
con una corbata en medio
como un muro de Berlín
recién cocido
creyendo que allí
será el nacimiento
de tu planeta
cuando
colapsarán las montañas
antes que fallezcas
en una tumba ruidosa.


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