jueves, 5 de abril de 2012
Selva en la ciudad
Me gusta ver cómo se dejan
caer los hombres en una enfermedad ||
lo peor es que poseen voz
y se sienten sanos ||
todos se inventan máscaras con cigarros y botellas ||
aunque teman romperse las manos
o quemarse en fuego sin ser pólvora.
Me gusta ver cómo los ojos se dilatan ||
pierden la esencia ||
dejan que las bolsas de plástico vuelen
como si fueran cadáveres
de los sueños.
Me gusta ver cómo se van desnudando
y luego se arrepienten ||
se convierten en un Adán con hambre ||
justo cuando ven su reflejo en un cristal
mientras los demás se burlan ||
le escupen sin permiso
o se despiden para encontrar a alguien.
Todos son parte de una ciudad sin ojeras que jamás duerme ||
las hojas en blanco dicen lo demás ||
pero nadie las escucha ||
porque la imagen es invisible
sobre una selva
de hirsuto:
mientras despiertan
se dan cuenta de su nacimiento. Es probable
que dirán algo en un siglo ||
hasta cuando todos digan no a lo que se debe negar.
Me gusta ver cómo se desintegran ||
así y su eco se repite como tambor de hojalata
y se canta mientras devuelven los pájaros a las nubes.
Me gusta ver cómo el hirsuto crece ||
llega y tengo hambre ||
me rodea la cadera
el pescuezo ||
me atrapa ||
los brazos son cortos pero alcanzables ||
quiere formar un mundo conmigo
y expresamos que esto no es una sinfonía agridulce
sino la emoción de decir
hasta aquí
alcanzamos los labios rotos.
Ferreyra, Diana (2012) "Los lobos también siguen a la ciudad y árboles" en Colectivo Letras de Arena, Letras Lascivas. Editorial Veracruzana "Bajo las tardes rojas". Coatzacoalcos, Veracruz. México,
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Mi estimada Diana: es un hermoso poema, deliciosamente finiquitado. Me encanta esa ternura agridulce que cierra el poema, un abrazo fraterno desde este rincón alucinado.
ResponderEliminarHola Cristian:
Eliminarmuchas gracias por el comentario, ya que curiosamente, algunas personas que me leen dicen que el poema es un poco triste, nostálgico, y se quedan con un hueco en el estómago. En cambio, tu perspectiva cambia, y lo complementa. Abrazo fraterno desde el país que está temblorino.